¿Cómo logramos la elegante cáscara de café?
En la creación de nuestra exquisita bebida de cáscara de café, utilizamos granos de café arábica 100% colombianos. Tal como sugiere su nombre, la «cáscara» es la parte que recubre la mágica fruta del café. Mediante un delicado proceso de infusión en frío, extraemos sus sabores dulces y afrutados más sublimes. En este proceso diferente variables desempeñan un papel crucial para obtener este deleitante y único resultado.
¿Quieres conocer nuestro proceso? ¡Vamos, aquí te lo cuento!
Primer destino. Secado: Las cáscaras de café de Galante son llevadas a una marquesina en su primera etapa, para finalmente pasar por un proceso de secado mecánico que conserva sus sabores y garantiza la humedad adecuada.
Segundo destino. Extracción del cold brew de la cáscara: Hidratamos las cáscaras con agua fría en tanques especialmente diseñados. Durante un tiempo prolongado, la infusión cobra vida en un movimiento que despierta sus esencias, maximizando así la superficie de contacto entre la cáscara de café y el agua. Aquí, la paciencia juega un papel primordial. Debemos aguardar y estar atentos al momento perfecto para iniciar el filtrado del concentrado de cáscara de café. De esta manera, obtenemos la medida exacta de sabor y energía que tanto disfrutas en una bebida de cáscara de café llena de sabores afrutados y un dulzor inigualable.
Tercer destino. Tenemos cáscara para todos los gustos: estoy convencido de que la cáscara de café trasciende de ser más que una simple bebida, para ser una expresión y estilo de vida de cada humanoide. Debido a que sus sabores son muy afines a los del té, logramos fusionar la cáscara de café Galante con sabores como manzana verde, naranja, jengibre, acay y maracuyá, de manera equilibrada y deliciosa, para satisfacer todos los gustos.
¡Galante 100% sostenible!
Además de los dones que entrega a la salud, esta esencia también es un regalo para el entorno y la sociedad. Al utilizar un subproducto que solía ser desechado, lo convertimos en un coproducto del café. No es ningún secreto que la industria cafetera enfrenta desafíos significativos en términos de sostenibilidad medioambiental y apoyo económico a las comunidades y cultivadores de café.
Una tonelada métrica de cáscara de café puede evitar la emisión de 135 toneladas de CO2 al medio ambiente. Al usar este recurso, evitamos la liberación de CO2 y, al mismo tiempo, al otorgar valor económico a un producto antes desechado, contribuimos al aumento de los ingresos de los caficultores, mejorando y dignificando así su profesión.